TSE emite la primera "tarjeta amarilla” contra el MAS, por no cumplir el consenso para convocar a su X Congreso

El vocal del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Tahuichi Tahuichi Quispe, informó que en Sala Plena se determinó emitir la “primera amonestación grave” contra el Movimiento Al Socialismo (MAS), por incumplir con la conminatoria que se le había hecho, para coordinar con sus organizaciones de base, la convocatoria que tenían que realizar hasta el 22 de abril, para el “X Congreso Ordinario”, en el cual se debía renovar la directiva.

“La conminatoria del Órgano Electoral, emitida el 20 de marzo, señalaba que tenían 25 días para que se emita la convocatoria, en estricto cumpliendo al artículo 13 de su propio estatuto orgánico, que señala que la convocatoria debe ser emitida por la dirección nacional del MAS, previo consenso con sus organizaciones matrices. Esa conminatoria feneció el pasado 22 de abril y, en atención a ese incumplimiento, se emite esta primera amonestación, es la primera tarjeta amarilla al partido político del MAS-IPSP. El Órgano Electoral actúa con legalidad”, afirmó Tahuichi en contacto con Visión 360.

No obstante, el documento al que este medio de comunicación tuvo acceso, detalla que el presidente y vicepresidente del TSE, Oscar Hassenteufel y Francisco Vargas, respectivamente, emitieron votos disidentes, “toda vez que no están de acuerdo con la amonestación a la organización política”.

En la parte principal del documento se señala: “Disponer la primera amonestación grave, al partido político Movimiento Al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos (MAS- IPSP) de acuerdo a la disposición contenida en el inciso a.iii), literal a), parágrafo I, del artículo 12 del Reglamento de Procedimiento para la cancelación de Personalidad jurídica y gradación de sanciones aprobado por Resolución TSE-RSP-ADM N° 0132/2022 de 30 de marzo de 2022 y modificado por Resolución TSE-RSP-ADM N° 0253/2022 de 30 de junio de 2022”.

Entre otros puntos importantes de la resolución, también señala que el TSE reconoce como presidente del MAS a Evo Morales y la directiva elegida en 2017.

Asimismo, se explica que la conminatoria que debía cumplir el MAS hasta abril de este año, se elaboró cumpliendo la resolución de un amparo constitucional emitida por los vocales de la Sala Constitucional Primera de La Paz, Israel Campero y Alexis Angles, quienes dejaron sin efecto otra determinación anterior del TSE, que había reconocido una convocatoria anterior, lanzada por el presidente Morales.

Dicho amparo fue presentado en diciembre de 2023, por los dirigentes del Pacto de Unidad, Lucio Quispe, Esteban Alavi y Guillermina Kuno, todos afines al Gobierno de Luis Arce. Los demandantes exigían al presidente del MAS, cumplir con el artículo 13 del estatuto orgánico, para que coordine la fecha, lugar y temario para realizar del “X Congreso Ordinario”.

Previo a eso, en agosto, Morales había realizado un congreso en la localidad de Lauca Ñ, en el Trópico de Cochabamba, en el cual fue reelegido presidente y declarado candidato único a las elecciones generales de 2025. En contra parte, los masistas afines a Arce rechazaron esas determinaciones y presentaron el amparo constitucional, con la intención de que el congreso se anule y se realice otro en la ciudad de El Alto, del departamento de La Paz.

Esta última convocatoria también fue rechazada por el TSE, pero por medio de otro fallo constitucional, emitido por los mismos vocales, Campero y Angles, el pasado fin de semana, delegados del Órgano Electoral asistieron para fiscalizar su realización. En esta reunión “arcista”, se eligió como nuevo presidente del MAS al funcionario del Ministerio de Desarrollo Rural y dirigente campesino, Grover García, quien afirmó que en ese partido político terminó el “dedazo”, en alusión a la gestión de Morales.

Las determinaciones de este congreso aún están sujetas de una revisión, y podrían ser declaradas nulas, si el TSE determina que tampoco cumplieron con su estatuto orgánico. Uno de esos requisitos era contar con la presencia de la dirigencia saliente, algo que no ocurrió.